En otros países, con costos iniciales elevados, como el encalado para aumentar el pH, y mayor precio de la planta trufera, se deben producir más trufas antes de entrar en "números verdes" o, para decirlo de otra manera, el costo de producción de 1 kilo de trufas es mayor. Si la profundidad es mayor convendrá aportar esporas de otra manera, podría hacerse en el momento del trabajo del suelo con un depósito y un sistema de inoculación que nos localizase las esporas entre 15 y 25 cm de profundidad. En la región provenzal de Var, la mayoría de los truficultores poseen terrenos privados donde plantan robles e inoculan las raíces del árbol con las esporas del hongo. Y estos micelios están adheridos a las raíces de un árbol como los dedos a un guante en la mano. Este hongo, nace bajo tierra en suelos calizos y pedregosos, junto a las raíces de robles, encinas o avellanos, en zonas con clima montañoso. Pero el don Quijote simbólico, esa encarnación sublime de la verdad y la virtud en forma de caricatura, este don Quijote es de todos los tiempos y todos los pueblos, y bien venida será adonde llegue, alta y hermosa, esta persona moral.

Aprenden, frente a otras especies que también se usaron para este fin, a no destrozar ni comerse la trufa cuando la encuentran en el campo. La costa presentaba de trecho en trecho pequeñas dársenas más ó ménos profundas, donde venian á confundirse cristalinos arroyuelos que fertilizaban el terreno. A evitar en un terreno fértil con especies « crecientes » como el avellano y el roble pedunculado. La microdosificación es la ingesta de pequeñas candidades de sustancias (normalmente alucinógenos) durante un período de tiempo para sacarle más partido a la vida aumentando capacidades como la creatividad, la empatía o la concentración. No obstante, si no se dispone de tiempo para realizar el entrenamiento, hay empresas que se dedican a la venta de perros truferos ya adiestrados. También puedes adquirir el cepillo de dientes de bambú si tienes un perro de caza de trufas mediano o grande, en perros con dientes pequeños es más recomendable que utilices tu dedo. 2. Mientras tanto, limpie la trufa con un cepillo de dientes o frotarla con un paño húmedo, para eliminar cualquier residuo de tierra, quite la ralladura y ralle a la mitad. Por lo tanto, nuestro proceso trufero, desde el origen, está libre de productos químicos (fertilizantes, herbicidas o pesticidas).

Por tanto, los agricultores dependían de las moscas. A las moscas les gusta poner sus huevos en lugares libres de hierba y plantas debido al micelio de las setas truferas. No siempre fue así, ya que antes de 1949 a muchos buscadores de trufas les resultaba demasiado caro tener perros. Con esa sangre fría que ya le conocemos, Franz aprestaba sus armas (que eran dos escopetas de dos cañones y una carabina), las cargaba y les ponía el seguro. El hecho de que sea una trufa silvestre condiciona su disponibilidad en el mercado, lo que provoca que el precio pueda variar, oscilando entre los 600 y los 1200 euros el kilo. Y el mundo trufero he visto que es muy cerrado: he tenido la sensación de que son los que son, y no quieren que entre nadie más (lógico por otro lado, dado el precio del tesoro). ¿Cuál es el precio de la trufa de otoño? Cuando hablamos de trufas, lo más normal es que se nos venga a la cabeza la Fresco Tuber Macrosporum melanosporum o trufa negra, seguramente la más conocida y valorada. En principio, todas las razas de perros son aptas para el adiestramiento como perros rastreadores de trufas, nos cuenta el "trufficulteur" Tangay Demachy.

Son factores ecológicos los que pueden producir diferencias de sabor, olor y morfología esporal. Cuerpos fructíferos: son hipogeos, globosos, de tamaño variable y normalmente con olor fuerte al madurar. Estos tienen la capacidad de detectar el olor de las hormonas, así como tu energía. Incluso hay cosechas en las que su aroma se intensifica mucho más. 10g. Aproximadamente, la trufa pequeña cuesta un 30% menos que la primera. Su forma se parece a la de los tubérculos, con un exterior (peridio) de color negro, más o menos oscuro, como verrugas de formas piramidales, y un interior (gleba) veteado. La trufa de otoño es muy parecida en tamaño a la trufa de verano, aunque el color de su gleba es un poco más oscuro, entre negro y grisáceo, y en su interior va desde un amarillo claro a diversos tonos de marrón. Aunque la trufa de otoño también crece en España, principalmente se encuentra en otros países de Europa, ya que necesita menos horas de luz y más humedad que las que proporciona el clima Mediterráneo.